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Precio de la sesión de presoterapia: ¿cuánto cuesta y qué opción te compensa más?

Precio de la sesión de presoterapia: ¿cuánto cuesta y qué opción te compensa más?

La presoterapia ha dejado de ser un tratamiento exclusivo de clínicas de lujo para convertirse en una opción cada vez más accesible, tanto para quienes buscan una rápida recuperación muscular tras hacer deporte como para quienes persiguen un objetivo más estético. Pero navegar por el laberinto de precios que existe en el mercado puede resultar abrumador. Desde centros que cobran 25 euros hasta otros que piden más de 70 por la misma sesión, la diferencia es brutal. Y no siempre el más caro es el mejor, ni el más barato es una ganga.

¿Cuánto cuesta una sesión de presoterapia en un centro especializado?

El panorama de precios en España es, cuanto menos, curioso. En la misma ciudad puedes encontrar diferencias de hasta 30 euros por sesión entre un centro y otro que está literalmente en la calle de al lado. Y no siempre hay una explicación lógica.

Precios medios en España

Los números hablan por sí solos: entre 25 y 65 euros es lo que se mueve habitualmente, aunque hay excepciones que rompen la regla por arriba y por abajo.

Tarifas según tipo de centro (estético, fisioterapia, spa)

Los spas son los que se llevan la palma en cuanto a precios. Hablar de 80-100 euros por sesión no es exageración cuando hablamos de hoteles de cinco estrellas o centros wellness de postín. Pero claro, no solo pagas la presoterapia: te llevas toda la experiencia, desde las toallas calentitas hasta la copa de cava al final.

Los centros de estética son el término medio sensato. No tienen las pretensiones de un spa, pero tampoco escatiman en calidad. Entre 35-55 euros suele moverse su horquilla, y muchos han encontrado su nicho ofreciendo un servicio profesional sin florituras innecesarias.

Las clínicas de fisioterapia son, sorprendentemente, las más económicas. Y tiene su lógica: cuando tratas a alguien que necesita 20 sesiones para un problema circulatorio, no puedes cobrar como si fuera un capricho. Los precios rondan los 25-40 euros, y algunos seguros incluso cubren parte del coste si hay prescripción médica.

Los gimnasios y centros deportivos han entrado fuerte en este mercado. Muchos ofrecen presoterapia como servicio adicional para socios, con precios que pueden bajar hasta los 20 euros por sesión.

¿De qué depende el precio de cada sesión?

Detrás de cada precio hay factores que muchas veces pasan desapercibidos pero que explican por qué dos centros aparentemente similares pueden tener tarifas tan diferentes.

Duración y zonas tratadas

Media hora versus 45 minutos puede parecer poca cosa, pero en el mundo de la presoterapia esos 15 minutos marcan la diferencia en el precio. Y tiene su lógica: más tiempo de máquina ocupada, más coste de personal, más desgaste del equipo.

Luego está el tema de las zonas. Un tratamiento completo que incluye piernas, brazos y abdomen puede costar 20 euros más que uno solo de piernas. Algunos centros han optado por un sistema modular muy inteligente: pagas por zona, y así cada uno se monta su tratamiento a medida del bolsillo.

Las sesiones intensivas, esas que duran una hora o más y se usan para casos específicos como recuperación postoperatoria, pueden llegar a costar el doble que una sesión estándar. Pero también prometen resultados más rápidos y evidentes.

Objetivo del tratamiento

Aquí es donde se nota la diferencia entre vanidad y necesidad, y los precios lo reflejan sin piedad. Los tratamientos estéticos, esos que prometen eliminar la celulitis o moldear la figura, se mueven en el segmento premium. Los centros lo saben: quien viene por belleza está dispuesto a pagar más.

En cambio, cuando hablamos de problemas médicos reales - piernas hinchadas por problemas circulatorios, linfedema, recuperación tras una operación - los precios suelen ser más humanos. Algunos seguros privados incluso cubren parte del gasto si hay informe médico de por medio.

Los deportistas han creado su propio nicho. La presoterapia para recuperación muscular se sitúa en un punto intermedio entre lo médico y lo estético, con precios que reflejan esa posición.

¿Cuántas sesiones de presoterapia se recomiendan?

Esta es la pregunta del millón, porque al final determina cuánto vas a gastarte en total. Y aquí no hay atajos: la presoterapia no es magia, requiere constancia y paciencia.

Resultados visibles: desde cuándo y cuántas sesiones

Los primeros cambios llegan pronto, eso es cierto. Después de 3-4 sesiones, las piernas se sienten menos pesadas y la hinchazón baja notablemente. Es ese momento en que piensas "esto funciona" y te motivas para seguir.

Pero los cambios estéticos, esos que se ven en el espejo, tardan más en llegar. Hablamos de 10-15 sesiones mínimo para empezar a notar diferencias reales en celulitis o contorno corporal. Y para cambios significativos, mejor contar con 20 sesiones o más.

Los casos médicos son un mundo aparte. Alguien con linfedema puede necesitar sesiones regulares durante meses, mientras que una persona en recuperación postoperatoria quizás solo precise un ciclo intensivo de 2-3 semanas.

La respuesta individual varía muchísimo. Hay quien nota cambios espectaculares en pocas sesiones, y otros que necesitan más tiempo para ver resultados. La edad, el estado físico general y hasta la genética influyen en cómo responde cada cuerpo.

¿Merece la pena comprar una máquina de presoterapia para casa?

Esta pregunta surge inevitablemente cuando haces números y ves que llevas gastados 500 euros en dos meses de tratamiento. La tentación de comprar tu propia máquina es comprensible.

Ventajas frente a pagar por sesión

El ahorro a largo plazo es indiscutible si eres de los que va a usar la máquina regularmente. Después de 20-25 sesiones, ya has amortizado la inversión y el resto es beneficio puro. Para alguien que va 3 veces por semana, estamos hablando de recuperar el dinero en dos meses.

Pero el ahorro no es solo económico. No tener que pedir cita, no depender de horarios, no perderte sesiones porque tienes una reunión... La comodidad tiene un valor que es difícil de cuantificar pero muy fácil de sentir.

Y luego está el tema de la privacidad. Hay gente que se siente incómoda en centros, ya sea por timidez o por complejos. En casa, puedes hacer el tratamiento mientras hablas por teléfono o simplemente te relajas sin sentirte observado.

La flexibilidad de horarios es brutal. Sesión a las 6 de la mañana antes de ir a trabajar? Perfecto. A las 11 de la noche después de cenar? También. Los fines de semana, en vacaciones, cuando te apetezca. La máquina no tiene horarios ni días libres.

¿En cuánto tiempo se amortiza?

Los números son bastante claros si haces las cuentas con honestidad. Una máquina de 1.200 euros se amortiza en unas 25-30 sesiones si las comparas con sesiones de 40-45 euros en centro.

Para alguien que hace 3 sesiones por semana, hablamos de 8-10 semanas para recuperar la inversión. Con 2 sesiones semanales, el plazo se estira a 12-15 semanas. Después de eso, cada sesión es dinero que te ahorras.

El mantenimiento de estas máquinas es mínimo: un poco de limpieza regular y poco más. No hay costes ocultos significativos, salvo el eventual cambio de alguna manguera o conector tras años de uso.

Una máquina de calidad puede durar fácilmente 5-7 años con uso regular, lo que significa cientos de sesiones tras la amortización. Los números cantan solos para usuarios constantes.

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