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Linfa. Suena a algo hermoso, ¿verdad? Y lo es. Tan hermoso y preciado como el agua, pues eso es lo que significa exactamente en latín (lymph), del que proviene el término originalmente. Limpha era una divinidad pagana de la Antigua Roma relacionada con la Agricultura. Se creía que ella conducía el agua fresca a los cultivos, manteniendo su productividad. Bastante lejos de lo que hoy sabemos sobre el ciclo del agua, sin duda. Aún así, podríamos comparar perfectamente la función de esta diosa con la que efectúa la linfa en nuestro cuerpo. Porque como supuestamente hacía esta deidad con los campos, así hidrata, nutre y depura la linfa nuestro organismo, pero… ¿Qué es la linfa?
“Para comprender qué es y cómo funciona la linfa, primeramente debemos saber qué es y cómo funciona el Sistema Linfático. Del mismo modo que no imaginamos la Selva Amazónica sin la arteria tan importante que es su río, no podemos imaginar nuestro organismo sin la linfa.”
Seguramente linfa es una palabra que has leído en infinidad de artículos sobre presoterapia y drenaje linfático. Pero claro, si no te dedicas a la Medicina, la Biología, o eres dietista, o preparador/a físico/a profesional, es probable que tu conocimiento sobre el tema sea más bien superficial. Y que si te preguntan qué es la linfa, como mucho digas que te suena a algo relacionado con el Sistema Linfático.
No te preocupes; te desvelamos todo lo que debes saber sobre la linfa, explicado en lenguaje ameno. Porque así, el saber fluye mejor, tal y como lo hace la linfa en un cuerpo sano que funciona a la perfección.
Muy en resumen, la linfa es un fluido que recorre los vasos linfáticos. Una especie de lubricante y agente conductor a la vez que depurador. La que proviene de los miembros superiores o inferiores es casi cristalina, pero la que se forma en el intestino, por una mayor concentración de grasas, es blanquecina, similar a una leche aguada.
La linfa está compuesta de agua, proteínas y grasas, linfocitos -glóbulos blancos- y también van disueltos en ella distintos tipos de gérmenes o substancias desechables. Su función en el Sistema Linfático es por tanto, crucial. No en vano, poseemos 3 veces más linfa que sangre. Pero para entender realmente qué es y cómo funciona la linfa, debemos también seguir explicando primeramente, qué es y cómo funciona el Sistema Linfático, del que la linfa es elemento esencial. Comprendiendo eso, enseguida tienes claro lo insustituible que es en nuestro cuerpo. Del mismo modo que no imaginamos la Selva Amazónica sin la arteria tan importante que es su río, no podemos imaginar nuestro organismo sin la linfa.
El Sistema Linfático es una súper estructura estrechamente ligada al Sistema Inmunitario. Tanto es así, que si falla, nuestras defensas pueden verse gravemente mermadas. Cuando observamos un gráfico sobre las ramificaciones linfáticas, nos recuerda al Sistema Circulatorio, pero en este caso no es sangre lo que se transporta por sus vasos, sino linfa. Y a diferencia del circulatorio, el linfático no forma un circuito cerrado. Digamos que es la segunda gran red de transporte de fluidos del cuerpo. Las funciones del Sistema Linfático son:
Un ser humano adulto, produce normalmente entre 2 y 3 litros de linfa al día. La mayor parte acaba vertido en el sistema venoso a través del conducto torácico. Ahí, en el tórax, se encuentra uno de los puntos principales del Sistema Linfático. La circulación de la linfa o fluido linfático se produce gracias a una red de pequeñas válvulas y a que los vasos más gruesos están dotados de una capa muscular que mediante contracciones, propulsa la linfa hacia el sistema venoso. Un prodigio biológico. No obstante, su circulación es muy lenta pues no tiene un sistema de bombeo como lo es el corazón en el Sistema Circulatorio. La linfa debe valerse principalmente de la respiración y la acción muscular para no estancarse y poder eliminar cualquier desecho o toxina.
La linfa comienza su prodigioso viaje en pequeños capilares linfáticos. Están formados por unas células especiales que permiten que la linfa que procede de los tejidos intersticiales se filtre por estos vasos.¿Alguna vez te has fijado en cómo se parecen muchas de las estructuras de la Naturaleza a nuestro organismo? Como las ramas de un árbol, estos vasos pequeños desembocan en otros más gruesos. La linfa se vierte finalmente en dos canales primordiales: El Conducto Linfático Derecho, que drena la mitad superior del cuerpo y el Conducto Torácico, encargado de drenar el resto. Sin ir más allá con la fisiología, estos dos conductos están unidos al sistema venoso. Como ya hemos citado anteriormente, los ganglios linfáticos se encuentran distribuidos por varios puntos de toda esta red.
Tienen forma de pequeños riñoncitos -de nuevo, ¡qué curioso paralelismo!-, miden entre unos pocos milímetros o un centímetro y hay nada más y nada menos que entre 500 y 1000! Pueden agruparse en pequeños racimos, y todos están armados con poderosos linfocitos y otras células cuya única función es la de captar y eliminar toxinas y microorganismos perjudiciales. Y su posición es del todo estratégica. Los encontramos en mayor concentración en axilas, ingles, cuello, abdomen y junto a los vasos sanguíneos más grandes.
Como ya estarás suponiendo, todo importantísimo para el correcto funcionamiento de tu Sistema Inmunitario. Los linfocitos son tan necesarios, que tu cuerpo produce a diario alrededor de unos 1000 millones de ellos. Insustituibles estos pequeños y valerosos soldados. Todo un ejército inmunitario, listo para combatir y desechar a los más temidos enemigos de tu precioso organismo.
Cuando los vasos linfáticos se encuentran obstruidos, se produce lo que conocemos como linfedema. Dicho de otro modo, piernas hinchadas, sobre todo en la parte inferior, causando dolor, tirantez y en casos muy graves, dificultad incluso para moverse. Y esto puede ser sólo la punta del iceberg. Un Sistema Linfático deficiente puede ser el detonante de múltiples enfermedades, algunas fatales si no se interviene cuanto antes. La linfa, además de lípidos -principalmente lactatos- y una cantidad mínima de proteínas, también puede transportar células cancerígenas que producirán una metástasis, es decir, la proliferación e invasión de las mismas en uno o varios órganos, o incluso en todo un sistema.
Ahora que ya sabes mejor qué es la linfa y cómo actúa en tu cuerpo, seguramente estés pensando en cómo mantener tu Sistema Linfático en óptimas condiciones. Poner de nuestra parte es fundamental para facilitarle el trabajo a una máquina, nuestro cuerpo, que aunque muy evolucionada, no está libre de sufrir sus contratiempos.
Una alimentación equilibrada y lo más natural posible, el ejercicio físico y por supuesto una ingesta diaria proporcionada de agua, son factores clave. Y si lo que de verdad quieres es potenciar el drenaje linfático, dándole podríamos decir un empujoncito, la presoterapia puede ser tu mejor aliada. Si quieres empaparte más con el tema, te invitamos a leer sobre la retención de líquidos y los efectos y beneficios del drenaje linfático.
Ahora ya te puedes lanzar a usar tu Sizen 6+ y beneficiarte de la presoterapia en todos los sentidos.