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El ejercicio cardiovascular y muscular es el mejor aliado para luchar contra la edad y el avance de los años. Si bien, las obligaciones del día a día pueden ser abrumadoras y dificultan el mantenimiento de un estilo de vida activo. Por ello, acostumbramos a abandonar y retomar el ejercicio, lo que favorece la aparición del dolor muscular y las agujetas. En este escenario, la presoterapia puede ser una gran aliada.
Hay múltiples fuentes de dolor muscular después de realizar un ejercicio físico. En algunos casos, no suponen ningún riesgo para la salud, mientras que en otros pueden derivar en una lesión. Sea como fuere, es importante saber que el deporte implica la aparición de fatiga, que es un fenómeno muy común y normal. La intensidad y la extensión en el tiempo de estas sensaciones son las que permiten diferenciar entre un dolor normal o una señal de alarma.
Existen algunos consejos básicos para prevenir y minimizar el dolor después de realizar deporte. El principal es calentar antes de ejercitarte y estirar una vez concluida la actividad, nunca al revés. Una correcta hidratación también es fundamental para evitar la aparición de lesiones. Y, si aun así persiste la sensación de dolor, un masaje muscular puede ayudar a relajar y aportar una sensación de confort en la zona afectada.
Cuando se supera el umbral de actividad que los músculos están preparados para soportar, aparecen las agujetas, pues un entrenamiento de alta intensidad puede dañar las fibras musculares, lo que permite que el músculo crezca cuando se recupera estas fibras. Por otro lado, se puede padecer un dolor similar en forma de sobrecarga o una contractura muscular. En el primer caso, además de dolor, se puede notar rigidez en el músculo afectado, mientras que en el segundo, una contracción involuntaria del músculo que genera dolor, inflamación y dificultad en la movilidad de la zona mientras permanece. Finalmente, la sensación de pinchazo es un claro indicador de lesión, como una ruptura muscular, y la gravedad dependerá de la extensión de la fractura.
Si después de aplicar todos los consejos mencionados, el dolor muscular no remite, todavía existe una solución: la presoterápia. Se trata de una técnica terapéutica con aplicaciones en fisioterapia que consiste en la aplicación de presión de aire controlada para reactivar tanto el sistema linfático como el circulatorio, lo que proporciona una serie de beneficios para la salud, entre los que se encuentra la recuperación muscular. Si no se puede acudir a un profesional, un aparato de presoterapia para casa es igualmente efectivo, aunque tenga menos potencia.
Hay muchas fuentes del dolor muscular en las piernas, tal como se ha explicado previamente. Los músculos de las piernas están involucrados en la práctica totalidad de las acciones que realizamos y, además, requieren un gran flujo sanguíneo. Si bien, podemos resumir las causas principales del dolor en esta zona en: