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La mejora del estado físico y la reducción de peso es un objetivo para gran parte de la población. Para alcanzarlo, hay múltiples aspectos y factores que se deben tener en cuenta, como el adecuado manejo del agua corporal, que compone una parte fundamental del cuerpo humano. En este sentido, parte del agua corporal se destina a la formación del llamado líquido linfático o linfa, juntamente con las toxinas que liberan las células. Por ello, es importante drenar estos desechos celulares y es aquí donde el drenaje linfático se convierte en una técnica a valorar.
El drenaje linfático es una técnica de masaje que persigue estimular la red de vasos y ganglios linfáticos para que se produzca una correcta depuración de las toxinas y líquidos corporales, incluidas las grasas, mediante la eliminación del líquido intersticial, el exceso de líquido. En resumen, ayuda con la desintoxicación del organismo.
Para la pérdida de peso no existen técnicas milagrosas y el masaje linfático tampoco lo es. No obstante, tiene muchos beneficios y colabora con la limpieza y la desinflamación, lo que lo hace compatible con un programa integral de pérdida de peso saludable y potenciará otras acciones vitales como el seguimiento de una dieta equilibrada y el incremento de la actividad física.
Concretamente, el drenaje linfático ayuda a expulsar las toxinas del cuerpo, pues un sistema linfático lento puede llevar al estancamiento durante el proceso de pérdida de peso; aumenta la circulación linfática, lo que ayuda a tener mayores niveles de energía; libera los líquidos retenidos, ya que es el sistema linfático el encargado de expulsarlos por la orina; y en definitiva, favorece las funciones del hígado y los riñones, órganos fundamentales para la eliminación de las toxinas.
Por otro lado, aporta beneficios en ámbitos independientes a la pérdida de peso. El drenaje linfático también estimula el sistema inmunitario, favorece la regeneración de los tejidos, acelera la cicatrización y la recuperación, es relajante para el sistema nervioso, ayuda a la piel a verse más clara y luminosa y ayuda a absorber edemas.
La técnica del drenaje linfático tiene múltiples aplicaciones, como el tratamiento de linfedemas, de reducción de la celulitis, contra la retención de líquidos, contra el acné y técnicas antiestrés. Así pues, los centros especializados ofrecen diferentes enfoques, entre los que destacan el drenaje linfático facial, el de abdomen y el de piernas. Además, la presoterapia es una técnica médica que puede ayudar a realizar un drenaje linfático.