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El verano debe ser una época de disfrute y desconexión, después de un curso intenso y lleno de preocupaciones y responsabilidades. Si bien, es frecuente que con la llegada de las altas temperaturas y el cambio de hábitos, aparezcan también patologías como la hinchazón de las piernas. Se trata de una sensación molesta y que puede comportar diversos inconvenientes. Eso sí, existen soluciones al alcance de cualquiera.
No hay verano sin calor. Hay quien ama las altas temperaturas y quien no encuentra el momento de meterse en el agua de la playa o la piscina para escapar de ellas hasta la llegada del otoño. Sea como fuere, tampoco hay calor sin hinchazón en las piernas, pues el calor dilata las venas y hace que sus paredes pierdan elasticidad, por lo que se dificulta el retorno de la sangre desde las piernas hasta el corazón. Si bien, el dolor o la molestia en las piernas no tienen por qué ser algo irremediable y que debemos aceptar con estoicismo.
El sistema circulatorio es el encargado de transportar el oxígeno y los nutrientes al conjunto de órganos y tejidos de nuestro cuerpo. Las patologías relacionadas con este pueden suponer, pues, un grave problema de salud, pero un riego de sangre incorrecto puede también conllevar molestias como la hinchazón de las piernas, la aparición de varices o la sensación de piernas cansadas. En la mayor parte de los casos, unos hábitos saludables pueden reducir e incluso eliminar estas sensaciones desagradables, y ayudar a ganar en calidad de vida, pues una dieta poco saludable, la falta de ejercicio físico i el consumo de tabaco son las principales causas de una circulación deficiente.
Gozar de una correcta circulación en las piernas es esencial para gozar de una buena calidad de vida y existen distintas acciones que están en nuestra mano para mejorarla. Estos son algunos consejos:
Además de los consejos ya mencionados, existen diferentes tratamientos para remediar la hinchazón de las piernas, entre los cuales destaca la presoterapia. Si bien, otra opción es el masaje linfático, una técnica que persigue estimular la red de vasos y ganglios linfáticos para que se produzca una correcta depuración de las toxinas y líquidos corporales, incluidas las grasas, mediante la eliminación del líquido intersticial, el exceso de líquido. También se puede optar por el uso de medias de compresión, preferiblemente bajo el consejo y supervisión de un profesional.
La presoterapia corporal es una técnica terapéutica que no se queda en el aspecto estético, ya que mediante la aplicación de presión de aire controlada, se logra reactivar tanto el sistema linfático como el circulatorio, lo que proporciona una serie de beneficios para el cuerpo humano. Esta innovadora técnica combina la compresión y la relajación, y ha demostrado ser considerablemente más efectiva que otras para reducir la hinchazón de las piernas provocada por el calor veraniego, así como a la hora de tener una mejor y más rápida recuperación muscular, y para aliviar diversos problemas como piernas cansadas y celulitis.
La presoterapia funciona mediante la aplicación de presión en diferentes partes del cuerpo, lo que ayuda a estimular el flujo sanguíneo y linfático. Durante el tratamiento, el paciente se coloca el traje de presoterapia (como por ejemplo las botas), que está conectado a una bomba de aire. La bomba de aire infla y desinfla de forma secuencial las cámaras de aire del traje, ejerciendo presión sobre las zonas tratadas. La presión ejercida por el traje ayuda a mejorar la circulación sanguínea y linfática, lo que a su vez puede reducir la celulitis, la retención de líquidos y la hinchazón. Una sesión de presoterapia suele durar entre 30 y 45 minutos, y en general se necesitan múltiples sesiones de presoterapia para ver resultados significativos. Si no se puede acudir a un profesional, un aparato de presoterapia para casa es igualmente efectivo, aunque tenga menos potencia.