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Una sobrecarga muscular se expresa mediante una sensación de dolor poco intenso, pero que se mantiene en el tiempo en la zona donde se realizó el esfuerzo. Esta sensación puede ir acompañada de fatiga, calambres, sensibilidad en los músculos, rigidez y sensación de hormigueo en la zona afectada. Si bien, también existen otros síntomas como el aumento de la temperatura en esa parte de la pierna, el enrojecimiento de la piel, pérdida de fuerza, disminución de la flexibilidad e incluso mareos.
No debemos aceptar las sobrecargas musculares con estoicismo, ya que existen diferentes opciones para aliviar sus síntomas y recuperar la correcta funcionalidad de los músculos de las piernas. El paso más obvio es el descanso, pero también sirve realizar una actividad suave para favorecer la circulación y eliminar las toxinas provocadas por el desgaste muscular. Los masajes y los estiramientos también son útiles. Y si se quiere ir un poco más allá, una opción muy recomendable es el baño de hielo, que también favorece la circulación, aunque es todavía mejor un baño de contrastes, en el que se combine el hielo, a intervalos, un baño frío y otro caliente de un minuto cada uno.
Todas las opciones ya mencionadas acostumbran a ser suficientes para aliviar la sobrecarga de las piernas. Si bien, existen tratamientos que requieren la intervención de un fisioterapeuta para los casos más graves, como aquellos en que la lesión deriva en una tendinitis. En casos como este, un masaje de descarga puede llevar a cabo un drenaje linfático para evitar la acumulación de líquido en la zona. Además, existen cremas antiinflamatorias y analgésicas para ayudar a los músculos resentidos por una sobrecarga.
Si el dolor muscular en las piernas no mejora o persiste en gran medida tras la aplicación de las diferentes opciones planteadas, por ejemplo, a causa del ejercicio continuado de corredores y ciclistas, todavía existe otro tratamiento puntero: la presoterapia corporal. Como en el caso del masaje de descarga, se trata de una técnica terapéutica que consiste en la aplicación de presión de aire controlada para reactivar tanto el sistema linfático como el circulatorio, ayudando a la aceleración de la recuperación muscular. Es una solución muy eficaz para los casos en que no es posible un descanso prolongado, sobre todo para deportistas, y existe la posibilidad de realizar el tratamiento en un centro especializado o con el uso de la máquina de presoterapia en casa.