El cuerpo humano tiene mecanismos para eliminar toxinas. Pero esto no siempre se produce correctamente. La retención de líquido suele ser un síntoma que indica que existe un problema que debes atajar antes de que derive en algo más preocupante.
La retención de líquido se puede producir tanto en hombres como en mujeres, pues todos tenemos un Sistema Linfático exactamente con las mismas funciones, aunque las mujeres suelen acusarla más por altibajos hormonales más frecuentes o al quedar embarazadas. Entonces… ¿Cómo evitar la retención de líquido?
En cualquier caso, la retención de líquidos y el mal funcionamiento del Sistema Linfático son caras de una misma moneda. Ambos factores conjuntamente, pueden llevar al organismo a un círculo vicioso. Sin más preámbulos, te contamos todo lo que debes saber sobre la retención de líquidos, sus principales causas, sus consecuencias y síntomas que la acompañan y por supuesto, cómo combatirla del mejor modo posible.
“Reducir el estrés y el consumo de alimentos perjudiciales para tu salud son dos medidas que debes adoptar ya si estás sufriendo una intoxicación en tu Sistema Linfático. El dolor, la inflamación o el linfedema, son la llamada de socorro de tu organismo. ¡No hagas oídos sordos!”
3 RAZONES POR LAS QUE SUFRES HINCHAZÓN, DOLOR O LINFEDEMA
Toxinas. Tu Sistema Linfático debería ser una autopista por la que circulen sin atascos toxinas y radicales libres que entran en tu organismo por la contaminación del aire, el agua y los alimentos que ingieres. Un estancamiento evita que la respuesta inmunológica contrarreste esta intoxicación y ojo, que esto puede desencadenar muchos problemas de salud e incluso varios tipos de cáncer.
Estrés. Un organismo sometido a estrés intenso y continuado, aumenta los niveles de cortisol. ¿Resultado? Inflamación y mayor producción de insulina por parte del páncreas. La insulina es necesaria pero en exceso, produce inflamación en células, vasos sanguíneos y linfáticos. Eso causa dolor, hinchazón y retención de líquido.
Nutrición. Una dieta lo más sana y limpia posible, es clave. Limpia significa libre de componentes que son vía libre a la inflamación y la retención de fluidos.
Como ves, ninguno de esos tres factores debe infravalorarse. Reducir el estrés y el consumo de alimentos perjudiciales, son dos medidas que debes adoptar ya si estás sufriendo una intoxicación en tu Sistema Linfático. El dolor, la inflamación o el linfedema son la llamada de socorro de tu organismo. ¿Cómo evitar la retención de líquido? ¡No hagas oídos sordos!
SEÑALES DE UN SISTEMA LINFÁTICO OBSTRUIDO
El Sistema Linfático está ligado al circulatorio y al inmunitario. Los tres mantienen tu organismo en óptimas condiciones y sus órganos y glándulas, todos interconectados, eliminan las toxinas del cuerpo. Varios de esos órganos y glándulas son engranajes vitales para el Sistema Linfático.
Cuando está desequilibrado y alterado, empezamos a padecer diversos problemas de salud. Síntomas que indican que algo está fallando, ya sea por alimentación inapropiada, falta de ejercicio físico, o peor aún, una combinación de ambos.
Y la retención de líquido suele ir acompañada de otros muchos problemas, pues es una más de las señales de un Sistema Linfático obstruido:
Artritis. Hasta el más mínimo gesto produce dolor en las articulaciones. Te sientes como si estuvieses envejeciendo rápidamente.
Alteraciones cutáneas. Tu piel manifiesta irregularidades y sequedad. También tu cuero cabelludo, produciendo incluso caspa (por sequedad, no por infección fúngica)
Migrañas. Te duele la cabeza incluso al empezar el día.
Infecciones en los senos. ¡Mucho cuidado con este aviso en particular!
Sobrepeso. Quilos y michelines que no se van de ninguna manera. Grasa y agua son principalmente los ingredientes de ese indeseable cóctel intersitial.
Fatiga crónica. Cansancio a todas horas. El mínimo esfuerzo como subir una escalera, se convierte en una tortura. Incluso sin un sobrepeso considerable.
Lesiones inexplicables. ¿Cómo me he dado este golpe si no lo recuerdo? Dolores en puntos concretos que no sabes ni cómo ni por qué has empezado a sentirlos.
Desórdenes digestivos. La inflamación también causará alteraciones tanto en la digestión como en el tránsito intestinal.
Orina turbia, de un tono amarillo oscuro y olor fuerte. Indica toxicidad. Debería ser clara.
Sudoración irregular en axilas o ingles. Puede que incluso desprenda un olor sospechosamente desagradable. Señal inequívoca de un sistema contaminado.
RENTENCIÓN DE LÍQUIDO, ¿POR QUÉ NO PIERDO PESO?
Sabemos lo duro que es perder peso. Has probado todas las dietas habidas y por haber, estás bebiendo mucha agua e incluso yendo al gimnasio pero esos quilos no se van ni a tiros. Frustrante, ¿verdad? Hasta has mirado cien veces si la báscula está estropeada, porque no se entiende que tomando tantas medidas, sigas teniendo sobrepeso. ¿Cómo evitar la retención de líquido? Vayamos por partes:
Primeramente, tu cuerpo no pierde peso de un modo uniforme y dado que sigues comiendo y bebiendo para mantenerlo nutrido, el peso fluctúa. Ten paciencia con este proceso. Y ten en cuenta que buena parte de ese sobrepeso puede ser más líquido retenido que grasa.
Aún así, normalmente se acumulan ambos, pues la linfa o líquido linfático, transporta también grasas. Cuando el Sistema Linfático no está haciendo bien su trabajo, acabamos sufriendo una acumulación tanto de líquido como de grasa -horror, la celulitis!- entre los tejidos. ¿Cómo evitar la retención de líquido?
A menudo, la retención de líquido puede combatirse de un modo efectivo con unos cambios en tu dieta y estilo de vida:
No dejes de ingerir agua. Se recomiendan entre 2-3 litros de agua diarios. Si un día te descuidas, procura beber al menos 1.5 litros y no menos. Sin agua suficiente, tu cuerpo la retendrá para asegurar que células, tejidos y huesos estén hidratados. La principal causa de la retención de líquido -mayormente agua- suele ser la deshidratación. Un organismo sediento, retiene toda el agua que puede. Y cuidado, que esta agua retenida se va contaminando de toxinas. (Puedes también tomar parte de esta agua con limón exprimido)
Reduce el consumo de sodio (sal). Si te acostumbras a comer sin sal, mejor. Fíjate bien en los alimentos que compras. Si contienen un alto nivel de sal, no son buenos y muchos alimentos enlatados o envasados contienen más sal para su preservación.
Compensa el sodio con el potasio. El ying-yang. El sodio provoca más agua celular y el potasio está ahí para regular el exceso. Come plátanos o bananas, boniatos, sandía, espinacas, brócoli, calabaza o raíz de remolacha.
Dieta: Evita los alimentos procesados incluyendo salsas y pizzas, trigo, lácteos, frituras, exceso de grasas y aceites, bollería -sobre todo la industrial-, alcohol, carnes criadas convencionalmente -inyectadas de antibióticos, agua, conservantes y potenciadores -, azúcar o edulcorantes artificiales. Decántate por los platos caseros, frutas ligeras en azúcar, verduras de hoja verde, proteína de pescado rica en Omega3, semillas de chía o linaza, aguacates, almendras, nueces y arándanos, tofu y leche de soja, cocinar más con ajo… Considera la dieta vegetariana o vegana pero infórmate bien sobre cómo adoptarlas de modo equilibrado y sin deficiencia de ningún nutriente esencial.
Infusiones de hierbas: La equinácea, el astrágalo, la raíz de índigo salvaje, el cilantro, el perejil o el sello de oro son buenas aliadas para estimular el flujo linfático.
Tabaco: Si fumas, plantéate dejarlo. No hay nada en fumar que sea bueno para tu organismo. Si te cuesta dejarlo, recurre a la consulta médica o farmacéutica.
Evita el estrés. Es el mayor desencadenante del cortisol. Si bien ayuda a romper la grasa acumulada, un exceso también rompe las proteínas en tus músculos y produce un desequilibrio hormonal, sobre todo en testosterona. La necesitas para tu musculatura y para perder peso! Este desequilibrio causa también la retención de agua, menos tono muscular, más grasa e incluso un declive en el apetito sexual.
Evita la ropa demasiado ajustada. Las prendas muy ajustadas dificultan la circulación sanguínea y linfática.
Duerme lo suficiente. Tu organismo se desequilibra también por falta del descanso que necesita para reponerse y regenerarse. 7-8 horas son lo ideal. Y si tienes tiempo durante el día para descansar al menos 20-30 mins, mejor. Si no hay tiempo para una siesta, procura al menos, relajarte un poco y desconectar de la rutina por un rato.
Series de respiración profunda. El Sistema Linfático no dispone de un órgano de bombeo. Dedica unos minutos a respirar profundamente para estimularlo, ya sea durante tu rutina de ejercicio, durante el masaje de drenaje linfático con la Presoterapia o en cualquier momento del día. Parece una tontería, pero ayuda!
Ejercicio Físico. Entre 3-5 horas a la semana de deporte intenso irán bien. Aunque para empezar, algo de rutina de cardio como el indicado para la operación bikini es lo mejor para reactivar tu sistema. 1-2 horas por sesión y verás cómo responde tu cuerpo. Puedes empezar con una hora y alargar la sesión según vas notando que tu cuerpo está adaptándose ya al ejercicio. Empieza caminando rápidamente, bailando o incluso saltando a la comba! Y si pasas muchas horas sentada/o o de pie pero moviéndote poco, da unos pasos e incluso realiza algunos estiramientos de tanto en tanto.
Cuidado con reducir las calorías. Ver que no bajas de peso puede llevarte a reducir calorías y aumentar el ejercicio físico. ERROR. Más importante aún si lo que quieres es adelgazar con presoterapia. Esto lleva de nuevo a retener agua. Tu cuerpo guardará lo que pueda, aunque sea líquido.
Duchas calientes/frías: El calor dilata los vasos sanguíneos y el frío los contrae. Produce un efecto de bombeo que ayuda a reconducir los tóxicos y fluidos. Acaba el proceso son el agua caliente. Durante el embarazo o padeciendo enfermedad cardiovascular, abstenerse.
Cepillado en seco. Usa un cepillo de cerdas naturales para aplicar un masaje con movimientos rotativos durante 10 mins sobre las zonas más afectadas por la retención de líquido antes de la ducha. Estimula la circulación.
¡No tires la toalla! Relájate y pon algo de buena música. Recurre al masaje linfático y no prives a tu cuerpo del sueño. La PresoterapiaSIZEN te ayudará mucho tanto con el drenaje linfático como con hacer de ese momento, TU MOMENTO.
ATENCIÓN: Antes de empezar con la rutina deportiva y la dieta, consulta con un médico. Si es nutricionista, mejor, te puede ayudar a adelgazar si lo necesitas ¿Cómo evitar la retención de líquido? Tendrá en cuenta tu condición física general, peso, sexo, edad, si sufres alguna enfermedad y cómo ir tomando cada medida proporcionadamente.
Desde SIZEN esperamos haberte ayudado con esta información. Sobre todo, es importante recordar que los milagros no existen. ¿Cómo evitar la retención de líquido? Si has llegado a la situación en la que la retención de líquido está causándote problemas de salud, es momento de actuar y tomarse el tratamiento en serio pero con buena voluntad, vas a lograr librarte de la retención de líquidos. ¡Ánimo!